Papa Francisco: "no al saqueo, sí al compartír"
Por Diego Martínez*
En 2016 el papa Francisco instituyó el “Cuidado de la Casa Común” como la Octava Obra de Misericordia, y desde entonces encomendó a los creyentes que el 1 de septiembre de cada año se realice una jornada de oración que promueva el cuidado de la creación.
Pero, ¿qué significa que el cuidado de la Casa Común sea ahora una obra de misericordia? En primer lugar, es una respuesta que brota de «la contemplación agradecida del mundo» que «nos permite descubrir a través de cada cosa alguna enseñanza que Dios nos quiere transmitir», según nos explica el papa Francisco.
En segundo lugar, como obra de misericordia corporal, el cuidado de la Casa Común, necesita «simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo […] y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor».
EL VÍDEO DEL PAPA
En vísperas de la Jornada Mundial de Oración por la Creación 2020, se difundió el nuevo Video del Papa con la intención de oración de Francisco confiada a toda la iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa, cuyo tema fue el cuidado de los recursos del planeta.
En el marco del Tiempo de la Creación que se celebra del 1 de septiembre al 4 de octubre (al que se puede adherir con el hashtag #TiempoDeLaCreacion), y en el 5º aniversario de Laudato si’, el papa Francisco manifestó a través de esta intención su preocupación por la “deuda ecológica” que se genera al exprimir y explotar los recursos naturales, e hizo un llamado a que estos “se compartan de manera justa y respetuosa”.
El mensaje de Francisco sobre el cuidado de la creación es contundente: “estamos exprimiendo los bienes del planeta. Exprimiéndolos”. Por eso alienta a todas las personas a que tomen conciencia de la grave “deuda ecológica”, fruto de la explotación de los recursos naturales y de la actividad de algunas multinacionales que “hacen fuera de sus países lo que no se les permite en los suyos”. Para el Papa esta situación es urgente: “hoy, no mañana, hoy, tenemos que cuidar la creación con responsabilidad”.
Para poner un ejemplo sobre la desproporción de los recursos, algunos informes internacionales señalan que son casi mil millones las personas que se van a dormir con hambre cada noche. No porque no haya suficiente comida para todos, sino por la profunda injusticia en la forma en que se produce y se accede a los alimentos. Entre las causas, se mencionan el aumento del poder empresarial en la producción de alimentos, la crisis climática y el acceso injusto a los recursos naturales, lo cual repercute en la capacidad de las personas para cultivar y comprar alimentos. Esta situación es especialmente perjudicial para quienes trabajan en la agricultura más que en cualquier otro sector y producen gran parte de los alimentos del mundo. A menudo, la explotación de recursos naturales no renovables, incluyendo el petróleo, el gas, los minerales y la madera, ha sido identificada como uno de los factores detonantes, impulsores o sustentadores de conflictos violentos en distintos lugares del mundo.
¿Qué podemos hacer frente a esta estampa injusta? ¿Cómo hacer el bien? En este “Tiempo de la Creación”, recemos y comprometámonos con nuestra Casa Común para que los recursos del planeta no sean saqueados, sino que se compartan de manera justa y respetuosa. Es importante que acompañemos nuestra oración con una acción en búsqueda del bien común; escuchemos el grito de la tierra y el grito de los pobres; y hagamos obras de misericordia.
*El autor es el Coordinador Nacional de la Red Mundial de Oración del Papa en Guatemala, y el Coordinador centroamericano para la Comunicación.