Reinventarse en tiempo de pandemia

Por Mónica Duarte

La pandemia es una situación que ha llevado a las personas a cambiar la rutina de sus días. Son muchos los casos de seres humanos que han quedado desempleados y, a raíz de eso, han tenido que reinventarse para poder subsistir.

Los ticos no se han quedado de manos cruzadas y decidieron emprender, sí, empezar desde abajo con su propio negocio, poniendo todo en manos de Dios y tomando riesgos.

Estos sacrificios han significado mucho para ellos, sin embargo, han logrado salir adelante. Este es el caso de Luis Guillermo Vargas, un joven de 27 años que en plena capital costarricense junto con su familia tienen una huerta, en la que producen hortalizas para la venta. Él nos comenta su experiencia.

“La huerta ha sido un escape muy productivo de las situaciones, más allá de ganar mi dinero, he aprendido mucho sobre el valor de la naturaleza y lo importante que es hacer todo con amor, la huerta tiene un significado muy especial porque es un sueño que tuve y siempre quise. Siendo sincero se siente bien poder comer lo que uno siembra y cuida con tanto amor, gracias a Dios a pesar de estar en pandemia se ve una producción grande y variable, pero también a pesar de que el virus anda en todo lado no ha sido motivo para no dedicarle tiempo”.

Legumbres como la lechuga, el cebollino, el pepino, los chayotes y más, son las que se pueden encontrar en este negocio. Este proyecto lo inició poco antes de la pandemia, sin embargo, se ha logrado mantener a lo largo de estos meses tan difíciles.

Así como Luis son muchos los emprendedores que ven en sus pequeños negocios un camino para salir adelante y para pasar su tiempo.

Esto deja una gran enseñanza que nos visualiza que independientemente de la situación que está pasando el mundo siempre se puede seguir adelante y luchar por los sueños.

(La autora es integrante de la Comunidad Magis Costa Rica).

Este artículo se publicó en la segunda edición de la revista digital IUVENTUS.